26/06/2016

 No suelo publicar muy a menudo, la mayoría de mis escritos los tengo a lápiz y papel, la mayoría son hojas de alguna libreta que en algún tiempo llevaba a todas partes, e incluso en una servilleta de algún pequeño lugar de cena, hoy he querido regalarles parte de ellos, lo que leerán a continuación fue de los primeros que hice después de que él se marchara, espero no lo tomen como lo peor que he escrito... 

Se marchó sin decir adiós, simplemente se fue, dejándole a la deriva de su soledad, dejándole con el corazón lleno de amor sin saber que este algún día se vaciaría. Ella lo buscó en todos sus recuerdos, pensó que con extrañar ella no moriría, se ha equivocado; eso lo consumía aún más, terminaba ya la porción, se vació y sin saber qué hacer sólo se recostó a la orilla de una ventana, pensó en morir de la manera más hermosa, sí, murió observando la luna, murió pensando en él. Todos la buscaban, nadie supo hallarla nadie supo como llegar a ella, y es que sólo él lo sabía, sabía que debía entrar por la luna, siguiendo su estrella, pero esta ya había dejado de brillar. 

LILA USHUAIA