SU NOMBRE

 Regreso de nuevo amigos, durante mi ausencia miles de cosas me sucedieron, me rompieron el corazón nuevamente, mis días se llenaron  de recuerdos pasados que según yo había enterrado. 

Ahora mírenme, de nuevo jugando sudokus por las madrugadas, escuchando la música más triste que pueden escuchar, claro, gustos raros. 

Ahora elimino amigos que no conozco en mi perfil de Facebook, demasiado irrelevante para ustedes, pero como decía Galeano, hago un repaso de mis historias, de paso, limpio y paso nombre de nuevos amigos y amigos pasados que ya no están, ahora. 

Hace unos días tenía escrito unos párrafos que os quería compartir, como todos los días, olvidé dónde lo había escrito, me grabé hablándome a mi misma, resulta que a veces tengo soliloquios algo raros, pero interesante, que tal vez puedan interesar y ya. 

Ayer recordé momentos que eran inolvidables, pero que había olvidado. Es tonto, lo sé, pero deben saber que no olvido cada platica que tuve, que probablemente no quieran leer, en fin, recordé los momentos con él, sentados a la intemperie en el patio de la casa, me llamaba por mi apodo, el apodo favorito de él, conforme pasaba el tiempo, la edad se me notaba, entonces no podía descansar en sus piernas, tomaba un banquito y me acercaba a quitar sus zapatos para poder descansar mis pies en sus piernas, mientras le hacía miles de preguntas, recuerdo que pregunté por qué había dejado de amar a mamá, él respondió que se había equivocado y pedía perdón, pero después hacía lo mismo, después comenzó a faltar esas noches, llegaba tarde y a veces simplemente no llegaba a casa, decía que se había quedado a dormir en nuestra otra casa, poco tiempo después supe que estaba con ella, yo lo esperaba en su sillón favorito, a veces en las escaleras del patio, y otras simplemente mamá me decía que no llegaría, me metía a dormir, a veces mientras lo esperaba resolvía sudokus y cuando llegaba tarde corría a sentarme y él decía: estoy cansado y se metía a dormir, no notó lo mucho que comencé a extrañarlo, después regresó, pero ya no platicaba conmigo, entonces supe que ya no era lo mismo, me quedaba en mi cuarto con el corazón y mis ojos llenos de lagrimas, salía a la sala y mamá estaba llorando, solo la miré y regresé, aún no me lo perdono, debí abrazarla ese día, pero no lo hice, quise reclamarle, pero ya se había ido, creí que era definitivo, después regresó, pero solo a pegarle a mamá, me gritó y se volvió a ir. 

Pasaron los meses y no lo volví a ver, mandaba mensajes que no respondí, llegué a casa llorando después de otro largo semestre, vi a mamá triste y a mi hermanita llorar por él, nuevamente. Ahora, él ya era feliz, creo que con nosotros nunca lo fue, ¿y si nunca sintió lo que yo sentí cuando hablábamos, esas noches a su lado?, sus risas, su estúpida risa, ahora tiene a una nueva familia, levanta a alguien más, habla con alguien más, ahora alguien más pasa las tardes a su lado, vi las fotos en su perfil de Facebook,  él es feliz y yo creo que lo soy, hemos cruzado algunas palabras, lo he topado en las calles de este pequeño pueblo, lo he llamado por su nombre, porque alguien más ya le dice PAPÁ. 

LILA USHUAIA